Proyecto Evolucion
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Proyecto Evolución:
Un Nuevo Sistema Para Vivir
Ernesto Márquez
Índice
Cap. 1. El Comienzo de una Promesa
Cap. 2. Tomando la Responsabilidad con Audacia
Cap. 3. Retomando la Meta
Cap. 4. Saliendo de la Zona de Confort
Cap. 5. La Meta de su Vida
Parte 1. El Comienzo: Súper Empresa
Parte 2. Proyecto Evolución
Parte 3. Un País con Conflictos Internos
Parte 4. El Mejor Equipo
Parte 5. El Pilar Principal
Parte 6. El Problema Más Grande
Parte 7. Una Estructura de Otro Nivel
Parte 8. Autosuficiencia Alimentaria
Parte 9. Una Vida de Ergonomía: Tecnología y
Evolución
Parte 10. La Colonia
Parte 11. La Seguridad
Parte 12. La Unidad en la Evolución
Cap. 7. El Gobierno un Obstáculo Más Superado
Cap. 8. El Primer Conflicto
Cap. 9. Un Sueño Hecho Realidad
Cap. 10. ¿Privacidad o Seguridad?
Cap. 11. Puntos Claves
Cap. 12. La Realidad Superando las Expectativas
Cap. 13. Un Grupo de Choque Muy Poderoso
Cap. 14. La Expansión
Existió gente que en su vida lograron hacer cambios que llevaron a la humanidad hacia tiempos impensables, personas que no dudaron en dar todo de sí para hacer del mundo un lugar mejor. Hoy conocerán la historia de uno de estos personajes, que logró hacer que la humanidad evolucionara en su forma de pensar, tras una historia un tanto salvaje e inconsciente que, hasta antes de él, se seguía viviendo.
Prefacio
Un vistazo en uno de los polos más oscuros y sangrientos que existen en el mundo del internet despertó en mí un sentimiento de justicia, pues al parecer los encargados de ejercer esta, en muchas ocasiones eran protagonistas de dichos actos inhumanos que dejaban en trauma al espectador de dicha tragedia. Después de pasar este estado en el que mi conciencia no podía creer lo que estaba observando, emergió como un tsunami en todo mi ser la responsabilidad de tomar en mis manos una postura de elegido entre los millones de residentes de este planeta, para darle un nuevo camino a este mundo, que indiscutiblemente, se estaba despedazando por tanta maldad e irresponsabilidad, de muchos de los que vivíamos aquí.
Capítulo 1
El Comienzo de una Promesa
Juan Pérez mejor conocido como “Nick”, un inmigrante indocumentado que intentaba pasar a los Estados Unidos caminando, con un grupo de nueve personas entre ellas el coyote, el patas de oro.
Este grupo estaba conformado por cuatro chinos y cinco mexicanos, todos decididos a cruzar así fuera lo último que hicieran, de Nogales a Arizona. Cada uno cargando una mochila repleta de alimentos, y con un galón de agua en cada mano, para evitar la deshidratación que podría causar el desierto de este lugar. Nick iba confiado ya que había generado una amistad con todos los miembros del grupo, incluyendo los chinos, pues unos días antes de empezar su recorrido, se involucró en su grupo, e intentó hablar con ellos a base de señas y dibujos, un grupo muy frágil que estaba a merced de los coyotes, les habían robado a sus novias unos cuantos días antes, este grupo estaba conformado de ocho personas en un inicio, ellos comenzaron viajando por barco al salir de China, continuando por Sudamérica en tren y otros medios de transporte durante cuarenta días y al llegar a la frontera de México y Estados Unidos, fueron separados, quedando en incógnita el paradero de las cuatro jóvenes chinas. Nick era un joven de dieciocho años que le gustaba aprender y escuchar, en pocos minutos logró generar un diálogo con personas que no tenían un mismo lenguaje y con culturas muy diferentes. Por esta razón se sentía en confianza y respaldado por todos, había logrado crear una empatía con todo el grupo de inmigrantes, como si fueran una familia temporal, a pesar de que los acababa de conocer una semana antes. A las cinco horas de empezar su camino a pie ocurre el primer percance, uno de los asiáticos venía con un problema en uno de sus pies, el coyote debido al alto precio que pagaban por los asiáticos había decidido correr el riesgo de llevarlo, argumentando que irían lo suficiente calmados, como para que él pudiera seguir sus pasos. Sin embargo, su problema era tan grave que en solo cinco horas ya había atrasado bastante la travesía, el patas de oro tuvo que tomar una decisión, hablándole en español con señas y actuación le explicó al chino, –Ya es noche, no puedes seguir, vas muy despacio y apenas vamos empezando el camino, lo mejor es que te quedes aquí, y en cuanto amanezca regreses a México. No te podemos seguir esperando. Era algo horrible, llevaban cinco horas caminando entre los cerros, pero antes de eso viajaron cuarenta y cinco minutos en camioneta por el desierto, el frío comenzó a abrumar, Nick había ayudado al chino con uno de sus galones y con su mochila una gran parte del tiempo, ya que le daba lástima ver que casi no podía caminar, el pensar que lo abandonarían solo y con frío en medio del desierto lo destrozaba por dentro. Lamentablemente, la ocasión, el miedo y la determinación que llevaba era más fuerte que las ganas de quedarse a acompañarlo, así fue que con lágrimas en los ojos siguieron todos intentando no voltear a ver a aquella persona que se quedaba sola y herida en el camino.
Retomando su sendero el grupo sigue, pero con esa desagradable imagen en la cabeza, “abandonar a su compañero”.
Nick era de México, por lo cual conocía muy bien relatos de intentos de cruzar a Estados Unidos que terminaron en tragedia, sabía que una de las mejores decisiones era no separarse del coyote, quien definitivamente era la única persona con experiencia, conocimiento y autoridad del grupo en esa zona, por lo tanto, en todo el camino procuraba estar lo más cerca posible de él, para evitar sufrir una tragedia como la que acababa de ocurrir. Caminaron la noche entera y al día siguiente por la mañana sin parar, hasta que alrededor del mediodía, el coyote sugirió que subieran una colina para descansar entre los arbustos y evitar que el mosco, un dron de la patrulla fronteriza, los detectara. Cuando estaban descansando, la ansiedad no los dejaba en paz y con el consentimiento de todos al no poder descansar por la adrenalina que les corría por las venas, decidió el coyote que retomen el camino a plena luz del día, solo unos pocos minutos después de haber decidido descansar. Un compañero chino de Nick llamado Mao se miraba que estaba cansado, y Nick siendo una persona con una fisionomía un tanto atlética cree que lo puede ayudar con su galón de agua por un rato sin ningún problema, el chino le agradece con bastante alegría. Unos kilómetros más adelante llegan a un lugar donde se encuentra un puñado de árboles justo antes de una colina, al terminar esta colina se encontraba un camión de migración pero el patas de oro les pide que esperen escondidos entre los arbustos mientras él va a revisar, cinco minutos después regresa por el grupo y les dice que lo sigan, les da la instrucción de que al contar tres empezarán a correr y no pararán hasta llegar a los siguientes árboles. Se siente un ambiente de nerviosismo, pues por primera vez verán una camioneta de migración, al oír tres se produce una carrera descontrolada de todo el grupo por una pendiente cruzando un camino de tierra que tiene unas camionetas vigilando como a un kilómetro de distancia, migración no los toma en cuenta y no hay una persecución, hoy nadie será deportado dice el patas de oro, con mucha alegría y a máxima velocidad todos llegan a otros árboles que se encontraba más adelante para tomar una satisfactoria bocanada de aire y seguir con el camino, unas cuantas horas después Nick decide regresarle el galón para que Mao se haga cargo de su agua, a lo que el chino cansado toma el galón, le da un gran trago y lo lanza al precipicio, Nick piensa –que flojo y que tonto. Llegada la madrugada el coyote decide que descansen dos horas para después continuar, Nick le platica al patas de oro lo que había hecho Mao con su agua, a lo que él respondió, –Eso pasa muy seguido, el camino es un tanto pesado y piensan que aligerando el peso llegarán con más energías, lo que no saben es que es un camino de resistencia, donde esos dos galones de agua no nos van a alcanzar–, Nick hizo una cara de asombro –pero más adelante hay un charco de agua donde podremos rellenar los galones y faltando un cuarto del camino, muchas personas de buen corazón que son ciudadanos estadounidenses dejan galones en todos los caminos por donde pasamos para ayudarnos a no morir de sed, pero desde aquí hasta entonces a él le hará falta ese galón que acaba de tirar. Aproximadamente a los diez minutos de empezar su descanso, el frío insoportable de la noche los obliga a continuar para no perder el ritmo ni el calor que otorga el estar en movimiento, durante el camino el coyote relata una historia espantosa que tuvo al comenzar su trayectoria de coyote, –En una ocasión iba de aprendiz en uno de mis primeros viajes, dos coyotes, tres aprendices y un grupo muy pequeño de migrantes, entre ellos una muchacha con su papá. La muchacha muy bonita, el papá algo mayor y una decisión, abusar de la muchacha, todos los coyotes se pusieron de acuerdo, la tomaron a la fuerza golpean al padre que quiso defenderla, ¡la violan a ojos del padre! Yo no pude hacer nada, pues un joven aprendiz qué podía hacer frente a dos coyotes y dos aprendices que los apoyaban y sobretodo en medio de una frontera que no conocía. Terminando su relato escalofriante se percata todo el grupo que dos chinos están exhaustos, acababan de pasar el lugar donde se tenía que rellenar los galones y ellos dos ya no tenían galones que rellenar, solo bebieron agua hasta quedar completamente llenos pero no tenían galones para beber agua en el camino, empiezan a rezagarce de los demas, descansan más del tiempo que el coyote les otorga para descansar. Nick empieza a empujar a Mao, con el fin de animarlo a caminar, pero Wang lo animaba a quedarse a descansar con él, poco tiempo después el patas de oro pierde la paciencia, pero no los puede dejar, es mucho dinero que está casi en el bolsillo, los empieza a presionar con empujones y patadas para que caminen, Mao entiende el mensaje cuando vio al coyote enfadado,
–O caminas o te hago que camines a golpes–, Wang quien está un poco obeso no lo entiende y se resiste a la agresión dejándose caer en repetidas ocasiones, y haciéndole señas a coyote le dice,
–Váyanse, yo me quedo aquí y espero que alguien me vea así sea la patrulla ya no puedo más–. El patas de oro no lo piensa dejar y molesto empieza a golpearlo con más fuerza para que camine, hasta el grado de romperle un palo un tanto grueso en la espalda, a empujones a patadas a jalones lo hace que camine, por nada dejaría que ese chino también se quedara en el camino ya llevando más de la mitad del camino recorrido.
Al finalizar el día estando a punto de llegar a su destino y cruzando por ranchos de ciudadanos estadounidenses, observan todos hacia el oriente, a lo lejos una garita de migración que estaba revisando a las personas que cruzaban en auto, en ese momento Nick pensaba que hubiera sido mucho mejor haber cruzado en auto que caminado, cuando de un de repente, Wang quien venía más de a fuerzas que dé a ganas empieza a hacer unos ruidos muy fuertes por la boca, ¡su respiración estaba fallando! El patas de oro desesperado porque no se callaba le empieza a dar de cachetadas para que bajara la voz ya que se encontraban muy cerca de casas y podrían ser escuchados. Un par de horas después y Wang recibiendo muchos golpes en la cara pues ni con sus propias manos podía parar el escándalo que hacía su respiración, llegaron a un casa movil donde todos pudieron por fin tomar un respiro profundo después de un exhaustivo recorrido de tres días y dos noches por la frontera.
Después de descansar por unas cuantas horas en el casa movil, llega una camioneta por los tres chinos, una pareja, la mujer muy amable con todos, pero sobretodo muy preocupada por Wang ya que su condición era muy grave, Jian fue el único chino con el que el coyote no batalló en lo absoluto, pues fue el único de todo el grupo que nunca dejó de estar hasta al frente. Aun así, sus compañeros hubieran tenido tantos problemas durante el trayecto. Nick imaginaba que al perder a su novia y no poder hacer nada, quedaba en la responsabilidad de cada uno el poner todo el esfuerzo de su parte para llegar hasta su destino, es que por esa razón al ver que sus compañeros no se empeñaban en caminar para cruzar, él no hizo ningún esfuerzo en convencerlos para que siguieran, o ya estaba cansado de ellos, o estaba enojado con ellos. Nick se quedaba con esa incógnita pues no sabía cómo era que él tomó la decisión de no hacer nada cuando sus compañeros necesitaban ayuda. El patas de oro no les explicó a los nuevos coyotes el por qué se enfermó Wang, solo les informó de su condición, y lo antes posible tomaron camino los chinos alejándose de el lugar por un camino enterregado.
Eso ocasiona un poco de preocupación entre Nick y los otros tres migrantes,
–¿Qué pasará con nosotros, y por qué llegaron por ellos primero–. Obviamente el motivo era el costo que pagaron esas personas para poder llegar hasta donde habían llegado, aun así se miraba un tanto la inconformidad en sus rostros. La preocupación no duro ya que al poco tiempo una troca llega por los que faltan, su pesadilla estaba llegando a su fin, ahora empiezan un nuevo camino, pero en auto.
Una hora después de haber imaginado que todo estaba por terminar, se llevaron una sorpresa más, no los llevan a sus destinos a excepción de uno que ya estaba apalabrado con ellos, sino a otra casa de seguridad que quedaba en la ciudad de Phoenix, Arizona, al llegar les dan la bienvenida dos hombres bajos de estatura y algo obesos, uno se llamaba Tomás y el otro Ramón, la sonrisa se había borrado de sus rostros cuando los meten a un cuarto muy chiquito y muy escalofriante, donde adoraban a la santa muerte, estos dos hombres los custodiarían hasta que alguien llegará a recogerlos, y hasta que pagarán todo el monto que tenían que pagar por los servicios de los coyotes, Tomás y Ramón cargaban pistolas en el cinturón como para que supieran que tenían que estar con cuidado en esa casa, en ese momento se oyen las palabras de Ramón dirigirse hacia ellos con un claro mensaje en forma de historia,
–Una vez unos inmigrantes que llegaron aquí se quisieron pasar de listos y quisieron escapar por la ventana–, señaló Ramón con su mano una ventana que estaba cubierta en su totalidad con una hoja de madera muy gruesa. –Al oír ruidos sospechosos y acudir rápidamente a este cuarto me percaté que querían salirse, les tuve que disparar en las piernas y por esa razón la ventana esta tapada con una tabla, ¡no intenten hacer algo estúpido!
En este lugar se produjo un ambiente de preocupación y ansiedad para los migrantes, al grado que Jesús y Pablo, dos de los inmigrantes querían enfrentar a los coyotes. Nick no estaba de acuerdo con esa decisión, Nick pensaba, “Por dios, tienen una pistola, además no nos están tratando mal y sobretodo ya batallaron bastante al traernos con bien hasta aquí, como para que nos hagan daño, si quisieran hacernos algo y ganar dinero fácil, desde México hayan pedido el dinero por nuestro rescate.” Al atardecer de ese día, después de todos haber cenado unas hamburguesas que había traído Tomás, les piden que regresen a su cuarto a descansar. Nick les explica,
–Yo no me arriesgaré a que me maten, no creo que nos vayan a hacer algo malo pues ya nos lo hubieran hecho mucho antes–, en ese instante se abre la puerta, Ramón llama a Pablo, se sientan en la sala que estaba exactamente afuera del cuarto, el jefe estaba en el teléfono y se había llegado la hora de pagar el dinero para poderlos repartir.
–¡Pablo hizo enfadar al jefe!, el contacto que traía de Estados Unidos no respaldaba pagar el dinero que se estaba pidiendo por él–, Nick y Jesús oían como el jefe le gritaba por teléfono. –¡Quiero mi dinero cabrón, ya te pasamos y si no me pagas te matamos, hijo de la chingada! Pégale una cachetada a este pendejo, agárralo a chigadazos para que sepa que conmigo no se juega–, le exclamaba el jefe a Ramón quien sostenía el teléfono celular en altavoz. Al colgar, el coyote le pidió a este inmigrante que reflexionara, que estudiara sus alternativas y que no valía la pena, que ya estando en EUA fuera a ser asesinado por no encontrar quien pudiera pagar por él. De inmediato, Pablo hizo unas llamadas a México y puso en venta un terreno muy grande que tenía y le pidió a su mamá que casi lo regalara, pues de no conseguir el dinero que le pedían lo matarían. Después, llamó a un amigo que tenía en Idaho para que le prestara el dinero poniendo su terreno como aval del préstamo, a lo que el amigo accedió sin muchos rodeos. En unas cuantas horas y haciendo unas cuantas llamadas Pedro se salvó el pellejo.
–Es tu turno Nick– dijo el coyote. Nick había sido secuestrado por esta misma banda de coyotes en la frontera, le habían quitado su teléfono y por esta razón, no tenía como comunicarse con su tía Angélica quien era la que se iba a encargar de depositarles el dinero en EUA. Ella había podido conseguir el préstamo para la migración de Nick, con una conocida que prestaba dinero con un interés del diez por ciento mensual.
El jefe molesto con lo de Pablo, desde un principio insultó a Nick, pues este no tenía la forma de comunicarse con su tía, no tenía los números de teléfono que estaban en el teléfono perdido.
Jefe, –Mira pendejo, ¡a mí no me salgas con esas pendejadas de que tampoco tienes como pagarme!
A lo que Nick respondió, –Ustedes me quitaron mi teléfono, cómo quieres que te de los datos si ahí los tenía guardados.
–¿Quién chingados te quitó el teléfono?
Nick, –Las personas que me levantaron en la central de autobuses jefe.
–¿Cómo tienes a tu tía en el teléfono Nick?
–Como Angélica Tía–, el jefe colgó.
Al poco tiempo el coyote le pasó el teléfono a Nick, era su tía, solo quería confirmar que estaba bien para poderles hacer el envió de dinero. Nick,
–Sí tía, estoy muy bien solo ocupan el dinero para poderme llevar con ustedes, ya estamos en Arizona y en cuanto se les deposite, podremos seguir con nuestro camino–. Todo pintaba bien para Nick, se hizo el depósito y no se necesitó de ninguna otra agresión.
Jesús quien estaba optando por una salida agresiva, les pidió que lo dejaran salir ahí mismo, que les pagaba por que ya lo dejarán irse, tenía a familiares en Phoenix que podían recibirlo, y no quería seguir esperando. Así fue pagó y al poco tiempo se fue. Al día siguiente por la tarde noche los coyotes hacen un llamado a Nick y a Pablo.
Ramón, –Todo está listo para que sigan su camino, los pagos se hicieron y no hay más que esperar. Tomás los llevará de aquí en adelante.
Se suben a un carro con Tomás quien era un joven de unos diecisiete años y los lleva a una gasolinera, nuevamente la ansiedad corre por su cuerpo pues ahí se cambian de auto a un van.
Nick, –¿No fue que tú nos llevarías hasta nuestro destino?
Tomás, –No. hubo un cambio de planes, nos llamaron y había un grupo donde podían irse ustedes pues van para el mismo rumbo–. Sin poder decir más simplemente hacen lo que dice Tomás y se dirigen a otro van donde había otro puñado de inmigrantes. Los primeros en la lista Nick y Alfredo un señor que vivía en la ciudad de Compton, cercana al que sería el destino de Nick, Samuel el que era su guía no quería desviarse a dejar a Nick y le pidió de favor que le preguntara a sus tíos que si podían recogerlo en la casa de Alfredo, Nick se contactó por teléfono con su tía y le dijo que si podían ir por el a Compton, Angélica de inmediato y con mucha alegría por saber que ya estaba por llegar afirmó de inmediato.
Angélica, –Claro niño, esa ciudad no está tan lejos y tu tío puede pasar por ti.
Nick, –Gracias tía–. Era de madrugada cuando llegaron a Nevada y el conductor mencionó que en ese momento estaban a tan solo treinta minutos de Las Vegas, pero que no pasarían por ahí, sino por un lado. Todos los inmigrantes estaban emocionado pues conocerían Las Vegas, un lugar mencionado en todo el mundo. Sorpresa no se miraban ni las luces, la carretera por la que estaban circulando estaba muy lejana a la calle principal. Cuando estaba a punto de amanecer, Samuel el guía le pidió de favor a Alfredo que si le ayudaba a manejar, pues se sentía cansado, el señor muy amable aceptó, pues él conocía el camino, ya diez años que vivía en el área de Los Ángeles y de vez en cuando iba de vacaciones a Las Vegas, pero de lo que no acordaba era que a pocas millas más adelante estaba la frontera de Nevada con California y en este punto existía revisión de alimentos, muchos soldados pero afortunadamente este señor ya había pasado varias veces por esa revisión. Alfredo estaba nervioso por que la camioneta iba llena de indocumentados, y en ese caso el quedaba como coyote, aun así no le costó mucho esfuerzo el pasar a los militares que custodiaban dicho lugar. Aproximadamente entre dos y tres horas después los dos primeros llegaron a su destino. Alfredo y Nick se bajaron del van y despidieron a los demás quienes tenían un camino largo aún que recorrer.
Alfredo invitó a entrar a Nick a su casa, le presentó a su familia y se sentaron un rato a platicar, le comentó que él había sido deportado, porque hace varios años él había comprado una pistola.
Alfredo, –Nunca la había usado, estuvo guardada por mucho tiempo y el 4 de julio a la hora de los truenos y con unas cervezas encima creí que podía tirar unos balazos al cielo sin tener consecuencia alguna, ¡grave error!, los vecinos llamaron a la policía, de ahí continuó en mi deportación y empezó un viacrucis para poder entrar de nuevo a los Estados Unidos–. Sufrió mucho en el camino, pero su familia estaba ahí, por lo tanto no se iba a dar por vencido tan fácil. Él era tapizador y le mostró su taller a Nick, tenía ejemplos muy bonitos de su trabajo, Nick se quedó asombrado.
Alfredo, –Nick, ahora que estás aquí en este bello país, puedes irte muy bien, es un país con mucha abundancia. Solo tienes que portarte bien, no cometas errores como el que yo cometí y verás que aquí puedes ser y tener lo que quieras.
A las pocas horas por fin, el tío y el primo de Nick hacen sonar el teléfono de la casa, están afuera, ese instante fue un refrescante alivio que pasaba por todo su cuerpo. Dos caras conocidas después de tanto tiempo, pues hacía ya más de un mes que había salido de Guadalajara, Jalisco, su tierra natal. La felicidad de saber que uno de los pasos más complicados para el mundo migrante, como lo es cruzar la frontera estadounidense, lo estaba librando satisfactoriamente después de un gran esfuerzo.
Capítulo 2
Tomando la Responsabilidad con Audacia
Estando por fin en la casa de sus tíos, una casa pequeña pero muy cálida, lo esperaban todos con mucho entusiasmo, su tía Angélica hermana de su mamá le da un fuerte abrazo y le dice, –Esta es tu casa y por un hogar y un techo nunca te tienes que preocupar, ahora somos seis pero aunque estemos amontonados, veremos como acomodarnos–, también abraza a sus dos primos menores Leonardo y José, quienes después de cinco años de haber migrado a Estados Unidos ya estaban muy grandes y completamente diferentes. Su primo el mayor Fernando Jr., era casi como su hermano, tenían la misma edad y habían crecido junto toda su infancia, toda la familia le tendió la mano y le hizo sentir que lo que menos le faltaría, sería alguien que lo apoyara.
Nick llegaba a la casa de sus tíos con una gran convicción, con un gran entusiasmo para dar todo de su parte y no ser una carga para ellos, además de dos compromisos que pesaban mucho sobre sus hombros, por una parte está el fuerte préstamo de dinero que se pidió para lograr su travesía por la frontera, y por otro lado tenía un compromiso que había hecho a su amada, cruzar todos los obstáculos que tuviera que cruzar, para poder llegar al lado de Maireli, ella había sido el motivo por el cual había comenzado esta historia de aventura.
Desafortunadamente a los pocos días de haber llegado a la casa de sus tíos y haber salido del trauma que había dejado su andanza al cruzar un tramo tan peligroso que es la frontera de México con EUA, se dio cuenta que no iba a ser tan fácil cumplir sus promesas y responsabilidades que había adquirido conscientemente, y esto se debía a que en su primer mes de estar viviendo en EUA, no contaba con un trabajo fijo y seguro, pues su tío Fernando quien era su empleador en ese momento, no le podía ofrecer el trabajo suficiente como para poder diseñar un plan factible con el cual poder llevar a cabo sus metas que tenía en mente. El trabajo que su tío le estaba dando como aprendiz, remodelando casas, era de muy pocas horas semanales que sumado a su cero experiencia en la rama, daba un total de muy poco dinero mensual. Esto estresaba a Nick, pues él pensaba, –El tiempo es el recurso más importante para las personas en general, la vida es tan corta y no pienso esperar a ganar experiencia en algo que no me llama la atención, para que así pudiera recibir más dinero por sus servicios y a la vez tener más trabajo.
El tiempo que pasó en la frontera y el tiempo que había pasado con poco trabajo estaba haciendo que los intereses del préstamo hicieran la deuda mucho más grande.
Ahí se encontraba Nick, con un gran dilema, sin embargo, él no había pasado tanto esfuerzo en la frontera como para venirse a sumergir en un mar de penas y lamentos. Estaba decidido a pasar de esta situación a una mejor, tanto era su enfoque, que en sus días de ocio decidió salir a juntar botellas de todo tipo a unas cuadras a la redonda de la casa de sus tíos, para después venderlas y ganar un poco de dinero, ellos habían sido muy buenos con él, lo habían ayudado muchísimo y lo menos que quería ser era un peso más para ellos, esto le traia una de las fraces que le dijo su hermano mayor antes de emigrar –recuerda hermano el muerto y el arrimado a los tres dias apestan.
Al mes de estar metido en un estado de ansiedad, por no saber como obtener ingresos en este país tan prometedor y tan rico, “se abre una puerta, se ilumina un camino”.
Era el día de acción de gracias, cuarto jueves del mes de noviembre. La familia decidió viajar a
Oxnard, y juntarse en la casa del tío Quico. Oxnard era una ciudad hermosa pero muy diferente a Los Ángeles, era una ciudad de campos de cultivo, muchos ranchos de diferentes frutas y verduras por doquier, aquel lugar era hermoso a simple vista, no había edificios más que pura pradera repleta de alimento.
Transcurriendo la noche de este día tan especial, donde las familias se reúnen y conviven en armonía, uno de sus tíos, Francisco “Quico” el dueño de la casa, se sienta con él y le empieza a platicar Quico,
–Donde yo trabajo te puedo conseguir empleo, pues en este momento estamos necesitando de mucha mano de obra, las lluvias tan fuertes que se han soltado en estos días nos han atrasado mucho los tiempos de plantar y ocupamos recuperar tiempo, solo antes de que tomes una decisión quiero decirte que es el campo. Este trabajo es muy pesado y estoy seguro que no te imaginas cuanto, por esta razón te pediré que lo analices y lo medites antes de que tomes una decisión–. Nick se queda un instante en silencio, pero realmente no tenía mucho que pensar, sin contestar de inmediato pero con la decisión masticada y ya tomada le contesta a su tío,
–No me lo va a creer tío, pero esta oportunidad que usted me está dando, la venía esperando desde hace unos días, en pocas palabras ya tengo tiempo que lo medité y lo decidí, cualquier paso que me acerque a mis metas lo tomaré y esta oportunidad es el único camino alternativo que tengo, solo le tengo que decir a mi tía Angélica y a mi tío Fernando–, a lo que Quico le respondió,
–Claro, cualquier cosa me avisas para pasar por ti. Nick se levanta del lugar donde estaba sentado platicando con Quico y les pide a sus tíos, Angélica y Fernando que si puede platicar con ellos un momento.
–Mi tío Quico me ofreció la oportunidad de trabajar con él en el campo y solo les quería decir que le tome la palabra y me moveré para esta ciudad lo antes posible, me gusta vivir con ustedes, pero tengo que seguir avanzando–, Angélica paró sus explicaciones y le dijo,
–No te preocupes niño, si tú crees que es mejor para que continúes con tus metas claro que está bien– continuó diciendo Fernando.
–Solo tienes que saber que el campo es un trabajo muy pesado– Nick contestó, –Sí mi tío Quico me lo mencionó ya pero aun así creo que me voy a arriesgar.
De esta manera en solo un par de horas, Nick ya había cambiado sus planes de trabajo, él pensaba que la vida completa era una serie de decisiones, unas decisiones serían acertadas y otras no, pero al contrario de detenerlo esto le daba más seguridad, pues estar consciente de esto lo llevaba un paso más adelante que los demás, estaba preparado para lo que viniera.
Dos semanas después, Nick ya vivía en la casa de su tío Francisco, anhelando el momento de empezar a trabajar. Su tío le dio todo lo necesario para desempeñar este trabajo, unas botas de hule, un traje de hule, unas botas cuero, unos guantes, una gorra y otras herramientas que necesitaría. Nick se quedó muy sorprendido, pues en todos sus trabajos anteriores nunca había necesitado estas herramientas ni trajes.
Se llegó el día que empezó con su nuevo empleo, realmente estaba en un error, no se imaginaba que este trabajo fuera tan pesado, aquí fue que conoció el significado de aquellos dos argumentos expresados por sus tíos, sí, pero es el campo.
Nick entró al campo en un periodo donde estaba cayendo un aguacero fuera de lo normal, los tractores no podían entrar al campo porque la tierra estaba tan mojada, que si usaban los tractores destrozarían todo por donde pasarán y por esta razón los mayordomos, supervisores y gerentes entre ellos su tío Quico, tomaron la decisión de empezar a plantar a mano, llegaban tráileres a los caminos de tierra destinados para el tránsito de carros y tractores, estos tráileres tenían dos remolques, cada uno de ellos lleno de plantas de apio, pues lo que faltaba por plantar eran cientos de acres. Se escogían como diez surcos por cuadrilla, una cuadrilla era un grupo de gente destinada para plantar, se usaban dos plantadores por surco y como cinco acarreadores por cuadrilla, los acarreadores tomaban en cada mano una caja llena de plantas, aproximadamente unas treinta en cada caja, y las repartian por los surcos cada sesenta pies, Nick al no tener experiencia le tocó ser acarreador, él pensó que sería mucho más fácil eso que plantar, pues eso de estar caminando agachado por más de diez horas como que no le sonaba muy llamativo, pero sus pensamientos estaban en otro canal, pues tenía que dar vueltas a los remolques llenos de plantas tomar dos o tres cajas según como pudiera e introducirlas al campo, teniendo que caminar cientos y cientos de acres diarios, los pies se le sumergían en el lodo hasta la mitad de las pantorrillas y ese lodo era tan pegajoso que en cada paso se le pegaban más de cinco kilogramos de lodo en las botas. Después del mediodía de trabajo él estaba exhausto, un descanso de treinta minutos, ni una mesa donde sentarse, pero mucho suelo, pura tierra mojada, su lonche en una bolsa de plástico pues aun no tenía lonchera, se sienta donde había una piedra y coloca sus dos sándwiches sobre otra, al momento que iba a empezar a comer observó que sus manos estaban demasiado llenas de mugre, se levanta y camina hacia una troca donde estaban un garrafón donde podía lavarse las manos, cuando se da la vuelta lo primero que nota es que uno de sus sándwiches ya no estaba, se descuidó un momento y una gaviota ya se lo estaba desayunando, las gaviotas rodeaban a los trabajadores a la hora del lonche pues con mucha frecuencia la gente les aventaban las sobras para que comieran, pero ese día esa gaviota no tenía ganas de comer sobras. Nick se quedó sorprendido de como a pesar de que el sándwich estaba metido en una bolsa, la gaviota solo dejó la bolsa totalmente limpia. –¡Qué buena bienvenida me han dado!–, pensaba Nick sarcásticamente, afortunadamente para Nick tenía un sándwich más que no le pudieron robar esos animales del demonio, realmente era pesado este trabajo, los surcos eran larguísimos y faltaba una infinidad de surcos por plantar, el primer día Nick quedó molido, pues ese trabajo era tan pesado que nunca había sentido ese dolor físico en su cuerpo, cuando llegó a su casa lo recibió su tía Meli, esposa de su tío Quico con un gran plato de comida, la desapareció en instantes, esa gaviota lo había dejado con el estómago vacío, reían todos en la casa cuando les contó la historia y en eso su tía le sacó una lonchera que tenía guardada para él. – Creo que con esto tus conflictos con las gaviotas terminará–, dijo su tío Quico y nuevamente rieron todos. Ya estando en su habitación recordaba que ni siquiera esa vez que bajó y subió por primera vez la barranca de Huentitan en la ciudad de Guadalajara, México, aproximadamente diez kilómetros de ejercicio había recibido tanto daño físico. Ni siquiera unos meses antes cuando durante tres días completos había caminado sin descansar día y noche para llegar a Estados Unidos, su cuerpo había sufrido tanto desgaste físico.
La temperatura que alcanzaba el cuerpo de Nick por el esfuerzo excesivo del trabajo y la lluvia que no dejaba de caer, le dieron a la primera semana una enfermedad muy fuerte, temperatura y gripa. La enfermedad le cortó el cuerpo y eso sumado a lo aporreado de la semana ya trabajada, era un viacrucis para él, pero su preocupación de pagar su deuda era más grande que el dolor que sentía por esa semana exhaustiva.
Nick estaba decidido, sus metas eran como una manda para él, valoraba mucho sus propósitos personales ya que afirmaba que si él no respetaba sus decisiones y si él no podía confiar en él mismo para lograr sus metas nadie más lo haría, pagar lo que debía lo antes posible era el primer plan y por esta razón no se daría por vencido. Poco tiempo después, dejó de llover y el trabajo a pesar de ser pesado, no se comparaba con lo que había recibido los primeros días, además de que su tío lo logró poner en el riego, en vez de la planta, y este trabajo era mucho mejor, pues el riego consistía mucho en mover tubos de agua todo el tiempo, la planta era un trabajo de presión por parte del mayordomo, además de estar todo el día caminando agachado.
Nick batalló con el transporte a su trabajo, pues al no tener carro y su tío al trabajar en distintos lugares, no le podía tener un transporte seguro, por esta razón Nick tuvo que utilizar el típico “raite” por un plazo de seis meses, hasta que se pudo comprar un auto.
Compra su primer carro en EUA, este es un país hermoso en el cual una persona trabajadora, aun así sea ilegal se puede dar sus lujitos. Su primer carro fue un lujito algo viejo un BMW E250 1988, ese carro ya andava por encima de sus 25 años, una que otra falla, pero lo llevaba y lo traía de su trabajo, además de que le daba autonomía. Eso era una de las cosas que más le satisfacía a él, “Autonomía e Independencia”, aunque las demás personas se necesiten para tener una vida plena, en lo individual, ninguna persona debería ser indispensable, ni siquiera la familia.
Trabajar en el campo fue una etapa diferente, aunque era un trabajo extremadamente pesado por horarios, de sol a sol, y por el esfuerzo físico que requiere el desempeñar esta labor, era un trabajo al aire libre y muy poco estresante. Nick no tardó mucho para acostumbrarse y continua con su trabajo día y noche para poder zafarse de esa deuda que lo agobiaba, por meses se levanta antes de que saliera el sol y regresaba a la casa después de que se había metido, su familia la esposa de su tío Francisco y sus primos hijos de ellos lo acogieron en su hogar como si fuera uno más de la familia, esto le facilitó mucho el acondicionarse a esta nueva vida. Su abuelo, quien había sido la figura paterna durante su infancia estaba muy delicado pues estaba enfermo del corazón, él era quien a la distancia le aconsejaba cómo comportarse en el exterior, siempre le hacía mención de que, –Todo lo que pudiera aprender en la vida era una de las cosas más importantes que podía hacer, pues el aprendizaje le daba autonomía y sobretodo era algo que nunca nadie le podría quitar, lo que las personas aprendemos durante la vida es algo que hasta el momento de la muerte nadie nos puede arrebatar–, le decía su abuelo. Esta filosofía había regido a Nick hasta este momento, pues a su edad de dieciocho años ya había trabajado en una pizzería, de albañil, instalación de software, hardware de computadoras, instalación de cámaras de seguridad, de cobrador, en una fábrica de juguetes, manejando maquinaria de inyección de plástico, y en esta misma empresa que era de su tío Sergio en el área de ensamblaje, a su corta edad ya era un estuche de monerías, sabia de mucho un poco.
Sergio había sido un guía y un padre para él en la etapa de adolescencia y al empezar su edad adulta, esto porque su tío Sergio y su tía Verónica, hermana de su mamá, lo habían acogido en su casa por un lapso de tres años mientras terminaba su secundaria. Ellos fueron extremadamente estrictos, pero fueron indispensables para hacer que Nick tuviera una visión diferente del mundo, aprendió con ellos a involucrarse y a profundizar lo más que pudiera en todo lo que hacía, su tío Sergio le exigía que siempre diese lo mejor de sí para todo lo que decidiera hacer, –Si quieres leer un libro, léelo pero entiéndelo, si vas a la escuela sé de los mejores, si vas a hablar de algo primero investiga y profundiza en el tema para que hables con buenos argumentos–, todo esto hizo que en su mente se abriera una puerta hacia la profundización de las cosas que le interesaban, y aunque Nick sabía que había cosas que tenía que hacer por el momento en el que se encontraba, no era necesario profundizar pues eran cosas pasajeras, sin embargo en aquellas cosas que realmente le importaban y según él serían muy relevantes para su futuro o sus proyectos futuros les metía mucho tiempo de investigación y profundidad. Estaba aprendiendo a plantar apio, a regar, a manejar tractores lo mejor que podía y aunque no se quedaría permanentemente en este lugar, era bueno aprender según las enseñanzas de su abuelo. Todo iba bien pero nunca falta una piedra en el zapato, lamentablemente tenía a un mayordomo que le hacía la vida imposible, ya que con constancia este insultaba y humillaba a sus trabajadores simplemente por diversión, Mauro quien era una persona con mucha autoridad, muy trabajadora pero muy intolerante, era el mayordomo directo de Nick, para Nick era un cero a la izquierda, pues aunque en ocasiones sí era causante de que se saliera de sus casillas, el enojarse por culpa de otra persona solamente le daba más poder a esa persona sobre sí mismo, así es que procuraba que las ocurrencias de Mauro no le hicieran tanto daño emocional.
En una ocasión Nick iba caminado por uno de los caminos de un rancho y al llegar a donde se encontraban todos Mauro con una indirecta les comenta a los demás, –Creí que venía un remolino, y cuando iba a correr a esconderme me percaté que era Nick quien venía por el camino arrastrando la pala y haciendo una polvadera–. En otra ocasión Nick junto con un compañero llamado Jorge estaban haciendo un pozo muy profundo para enterrar unos tubos que se necesitaban para regar un campo, Mauro llegó de sorpresa y al verlos descansando, le preguntó que como iban, Jorge dijo que bien pero que estaban cansados a lo que Mauro respondió, –Usted nació cansado–. Y en una tercera ocasión estaban Nick y otros dos compañeros con una incógnita de como acomodar unos tubos de riego pues no les daban las medidas, llegó Mauro y al ver el problema baja un tubo de su troca y se los pone, el problema había quedado resuelto, sin embargo, no podía dejar pasar la oportunidad sin echar su veneno, –¿Qué van a hacer cuando me muera?, ¡van a ir a sacarme de la tumba o que!
Este sarcasmo molestaba a Nick pues solamente lo sacaba para chingar la borrega, y aun así era difícil defenderse pues sus sarcasmos nunca eran directos, siempre venía de una forma indirecta, si quería tirarle una pedrada a Nick se la decía a Jorge, Mauro sin duda era muy inteligente, pero muy
malvado. Una viborilla aventando su venenillo por todos lados.
Poco tiempo después su abuelo muere, al llegar a su casa lo primero que observa es a su tía Meli con lágrimas a lo que Nick dijo,
–Hola tía, ¿porqué llora hay algo en lo que le pueda ayudar?
–Mijo tu abuelo acaba de fallecer, tu abuelita nos acaba de marcar y murió de un paro cardiaco.
Eso era una puñalada en el corazón, la familia para Nick era muy importante, estaba destrozado, sus ojos se enrojecieron y caminó para su cuarto donde se soltó en llanto, no podía salir de este país como Pedro por su casa, su estatus era de ilegal, no le podría dar a su abuelo el último adiós, todos los recuerdos de su infancia que vivieron juntos pasaron por su mente, no volvería a ver a su padre.
Su tío Quico fue a despedir a su padre y al verlo partir sabiendo que él no podía hacerlo lo destrozaba por dentro, aun así, Nick siguió firme. Por un par de semanas Nick se encontraba en un estado de reflexión, ya que era muy inapropiado el regresar a su país a estar con la familia que lo vio crecer, y poder abrazarlos en estos momentos tan difíciles que pasaban todos. Se miraba a lo lejos como Nick trabajaba en los campos pero sin estar ahí, sus compañeros le hablaban pero él estaba en otro lugar, sus respuestas en muchas ocasiones no tenían nada que ver con lo que le preguntaban.
Hasta que decidió darle vuelta a la hoja, sentado en una montaña de tierra y mirando hacia el cielo empezó a platicar con su abuelo, –Padre lamentablemente no pude ir a despedirte, pero quiero que sepas que te amé y siempre te amaré aunque ya no estés, fuiste un guía para mí y agradezco mucho todas tus enseñanzas que me diste, fueron momentos muy felices los que pasamos juntos y siempre te recordaré como la magnífica persona que fuiste.
Superando esta etapa de angustia y desesperación, continuó con su trabajo en el campo, tenía metas que cumplir. Tres meses después llegó el día de ir a visitar a su amada que estaba en el estado de Oregón, ya había terminado de pagar sus deudas y con un plan bien realizado, pudo estar pagando el préstamo y a la vez ir juntando un poco de dinero para hacer este viaje que tenía mucho tiempo queriendo realizar. Separados por dieciséis horas de distancia en automóvil, le pide de favor a su tío Quico, a su tía Meli, y a su tía Teresa que si lo acompañaban a Oregón,
–Esto será como tomar unas vacaciones todo pagado– mencionó Nick con una sonrisa en la cara, a lo que todos aceptaron acompañarlo, su tía Teresa quien también era hermana de su mamá mencionó,
–¿Y tienes dinero para darnos unas buenas vacaciones?– todos rieron. Tenía el capital necesario como para costear el viaje, y así comienzan el camino.
El estado de Oregón es un estado hermoso con pinos, montañas, nieve, lagos, ríos y una variedad de animales libres, una belleza nunca antes vista por sus ojos, emocionado pues después de esperar casi un año sin ver a su amada tan solo por video llamadas y estar en contacto con ella por teléfono, prácticamente era un sueño que se convertirá en realidad, sin mencionar que hasta este momento fue completamente por ella la causa de que él emprendió el viaje hacia Estados Unidos. El viaje por el que empezó todo este drama, por fin tenía un momento de recompensación por todo el esfuerzo y perseverancia que había ejercido Nick hasta este momento. Mucha emoción, mucho amor, muchos sentimientos encontrados, y dos personas entre los millones que radican en este mundo tan hermoso que es la tierra. Aun así, esta capsula de tiempo solamente era un instante que a los dos días terminaba, ya que el permiso con el que contaban Nick y su tío en el trabajo no les daba para más. Su tío era una pieza importante en la empresa donde trabajaban, pues él era el supervisor de los tractoristas y no podía darse el lujo de tomar muchos días de descanso. A los cuatro días de haber salido de Oxnard ya se encontraban de regreso en sus respectivos puestos de trabajo.
Capítulo 3
Retomando la Meta
De regreso en el campo Nick reflexiona, “¿cuál era mi meta al venir a Estados Unidos?”. Llegar con mi amada, “¿por qué no lo he hecho?”, y al evaluar que no existía una razón válida para no ir por ella, ya que no tenía ni un compromiso en California que lo hiciera quedarse, tomó dos decisiones importantes: uno, un vehículo que le garantizara el transporte hasta que mínimo consiguiera una fuente de empleo fija y dos, continuar lo antes posible su camino. Primero necesitaba encontrar un carro en buenas condiciones, empieza a visitar diferentes lotes de carros y establecimientos que tuvieran lo más parecido a lo que él necesitaba, un Jetta con unos cuatro años de antigüedad no era nuevo pero estaba en muy buenas condiciones, y aunque le saldría el financiamiento muy caro a largo plazo, estimaba que no tenía que preocuparse por cómo se tendría que mover en su siguiente travesía. La segunda parte era un poco más complicada, ya que durante este año y medio ya tenía mucha confianza y relación con su nueva familia, en California residían cuatro hermanos de su mamá Angélica, Quico, Teresa, y Miguel, cada uno con sus respectivas familias, lo habían convertido en uno más y a quienes le pesaba dejar, al igual que a los que dejó en México, este año y medio había recibido muchas sonrisas, muchos abrazos y mucho cariño por parte de todos, sin embargo él tenía un camino que tenía que continuar. Ahorrando un dinero para dos meses sin trabajo, suponiendo que como en California tardó aproximadamente un mes para encontrar un trabajo que le diera estabilidad económica, dos meses serían más que suficiente para acomodarse a vivir.
Apoyado por unos amigos de su tía Teresa, le consiguen vivienda en Oregón y así deja California, pero se lleva todos esos maravillosos momentos que vivió ahí. Da un recorrido por todas las casas de sus tíos y primos, recibe muchas bendiciones por parte de todos y les da las gracias por todo lo que le dieron, despidiéndose con un hasta luego.
El viaje era largo y esta vez él iría solo, pasó a una tienda para surtir alimentos, preparó su GPS y comenzó el camino, el auto a pesar de ir completamente lleno, no mostraba signos de que fuera a fallar, las carreteras en este país están muy bien hechas, no hay baches, ni curvas peligrosas, no se escuchan muchos casos de incidentes como asaltos o agresiones, cada ciertas millas existen áreas de descanso, todo lo necesario como para que Nick se sintiera seguro por su viaje, no como en la frontera. El transcurso que duró su viaje, fue en cierta parte una experiencia agradable, todos los paisajes que podía observar desde la carretera, y lo bien diseñadas que estaban las zonas de descanso hacía que el viaje fuera muy emocionante y placentero.
Después de sus respectivas paradas para tomar descansos, el viaje terminó en dieciocho horas, Arturo lo esperaba en la ciudad de Oregón para llevarlo a la casa donde iba a vivir. Arturo era el esposo de una amiga de su tía Teresa quien nunca dudó en ayudarlo. Lo llevó a la casa de un señor que estaba rentando un cuarto. Al entrar en la casa se sentía un ambiente malo, la casa era muy amplia pero no tenía muchas cosas adentro, eso hacía que se sintiera sola, y las pocas cosas que llevaba Nick ni siquiera llenaban el cuarto que estaba destinado para él. Su prima Sonia, hija de Quico, le había regalado un colchón inflable el cual era el único mueble con el que contaba, su amada se encontraba a una hora de distancia y por esta razón por el momento solo se verían los fines de semana. Nick desde su segundo día de haber llegado a Oregón empieza a buscar trabajo alrededor de su nuevo hogar, pues consideraba que las responsabilidades eran prioridades ante los pasatiempos y los momentos que anhelaba con la mujer de sus sueños, batalla unas semanas pero consigue un trabajo de lavaplatos en un restaurante mexicano, no era un buen trabajo pues Nick no hablaba inglés, no conocía la zona y tampoco tenía muchos recursos sociales que lo ayudarán a conseguir un mejor empleo, lo que cayera era bueno, el trabajo de lavaplatos era tedioso y pesado, pero afortunadamente Nick venía de un trabajado que era muchísimas veces más pesado, el campo. Este trabajo era pan comido para él, solo necesitó un poco de experiencia para agarrar el hilo, la maquina lavaplatos era su amiga pues aunque nunca antes había mirado una, no tardó mucho para familiarizarse, el trabajo no era el mejor pues aparte de ser aburrido, las pocas horas que trabajaba no le daba ganancias suficientes, pero le mantenía el capital inicial para seguir buscando oportunidades laborales mejores.
Conforme pasaban los días, empezaba a platicar más con sus compañeros de trabajo, un cocinero le comentó que en un restaurante un poco distante estaban buscando cocineros, no era el trabajo que todos soñaban, pero era un paso más adelante, era un trabajo de tiempo completo. En la mañana del día siguiente Nick sale muy temprano a conocer el restaurante que le había mencionado su compañero y ese mismo día cierra el trato con ellos. Nick platica con el señor de la casa, no podía seguir viviendo ahí pues a ese ritmo que estaba trabajando y sin poder encontrar más trabajo pronto no le podría pagar la renta, además la casa hasta esa fecha le seguía causando escalofríos, ¡y como no en la parte trasera había un panteón!, quien sabe cuántas almas no pasaban por esa casa pensaba Nick.
Consigue un lugar donde vivir en la ciudad de Newberg, Oregón donde se encontraba el restaurante al que había ido a pedir trabajo, Coco, uno de los cocineros le ofrece su sala para que durmiera mientras se movían a un lugar con dos cuartos, empieza a agarrar mucha experiencia de cocinero pues le encanta aprender cosas nuevas y la cocina es un lugar bueno para este fin, nuevos compañeros, nuevo material de trabajo, nuevas recetas de comida, nuevos sistemas de trabajo, nueva agilidad con las manos, nuevas quemadas, nuevas cortadas, nuevas presiones.
Nick aprendió tan rápido que en menos de un año los dueños de este restaurante lo querían para chef en un restaurante que estaban por abrir, al que Nick sin titubear acepta de inmediato, Nick nuevamente tuvo que cambiar de residencia pues esta nueva localidad de trabajo lo requería, el nuevo establecimiento se encontraba en una ciudad muy retirada como para ir todos los días, y aunque su meta era el estar más cerca de Maireli todavía no salía una oportunidad laboral como para ir a vivir a Saint Helens.
Esta ciudad era tan pequeña que tan solo en cinco minutos la cruzabas completamente, eso hacía que los lugares de trabajo fueran muy escasos y con mucha demanda, ya en muchas ocasiones había tomado días para recorrer posibles puestos de trabajo, pero no podía encontrar por sus condiciones legales.
Los días de descanso eran muy especiales para Nick, pues como era de esperarse frecuentaba sin falta a Maireli y que aunque solo era un día a la semana, la hora de distancia que los separaba no significaba ni un reto para él. Los miércoles salía a las 8:00 PM y para las 10:00 ya estaba en la casa de Maireli, en la noche él tenía que dejar ese hogar pues sus suegros no podían dejarlo dormir en su casa, así es que alrededor de las 1:00 AM iba a visitar un lugar hermoso donde se quedaba a dormir en su carro, el río Columbia, un río gigante, donde Nick al llegar bajaba del carro y observaba como la naturaleza hacía lugares tan bellos, aquí recordaba lo que había recorrido hasta el momento, y se decía a él mismo que no faltaba mucho para poder cumplir su promesa. Los jueves por la mañana a primera hora ya estaba nuevamente con su amada para salir a disfrutar el día completito si perder ningún momento valioso, visitaron el río en gran parte de su extensión, montañas, cascadas, parques forestales, cines y en varias ocasiones decidían salir de viaje a ciudades un tanto más lejanas, Portland era una ciudad que se encontraba a tan solo una hora de distancia, y con mucha frecuencia la visitaban, esta ciudad era la más grande de Oregón y tenía muchas atracciones donde podían pasar días bellos. Esta pareja era una de pocas en el mundo, dos tortolos que derrochaban amor por donde estuvieran, cada momento que estaban juntos les hacía sentir que el dolor de su separación y el costo que pagaron para poder estar juntos, había valido la pena.
Aun así, a más de una hora de distancia, es irresponsable verla todos los días. Estas visitas aparte de ser días especiales por lo que la historia de este noviazgo representaba, también eran oportunidades para crear puentes de amistad entre los familiares de su amada y la comunidad donde ella vivía, esta familia aparte de ser muy unida, era una familia negociante, contaba con una cadena de restaurantes mexicanos muy famosa en la zona, un restaurante en seis ciudades diferentes, Nick quería una oportunidad para poder trabajar para ellos.
A las dos semanas de empezar su nuevo puesto de chef que había logrado conseguir por su desempeño, en una nueva ciudad, una nueva casa, un nuevo restaurante, un nuevo trabajo, nuevos compañeros, nuevo todo, recibe una llamada del tío con más jerarquía en el negocio de los restaurantes de la familia de su amada Maireli, Luis,
–¿Vale como estás? Te hablaba porque se nos acaba de salir el chef del Ixtapa, el restaurante que tenemos en Scapposse, me comentó Maireli que tienes las intenciones de moverte para acá quería saber si no te interesaba el trabajo de cocinero.
Nick, –Absolutamente, ¿cuándo ocuparías que entrara?
Luis, –Pues en cuanto tengas oportunidad.
Nick, –¿Qué te parece el lunes que viene?
Luis, –No te apresures de todos modos te podemos esperar.
Nick, –El lunes está bien.
Nick no quería dejar ir esta oportunidad, más de dos años queriendo llegar a un lugar, donde pudiera ver a su amada todos los días sin que la distancia los separara. Además, Luis le estaba ofreciendo una oportunidad donde en menos horas de trabajo ganaría lo mismo que le ofrecían de cheff en el restaurante donde estaba trabajando, era una oferta irrechazable, esta oportunidad le exigía una salida rápida pues no quería perderla, inventó a los dueños que tenía que salir de emergencia y que no sabría cunando regresaría, o si regresaría, le debían dos semanas de trabajo y no quería que por coraje no se las fueran a pagar, no podía decirles la verdad pues como acababa de entrar en este lugar no habían iniciado papeleos, así es que le tenían que pagar en efectivo y no tenía con qué respaldar que él había trabajado, así es que se fue con la promesa de que tal vez regresaba. Con una euforia que la ocasión le provocaba y un remordimiento pues aunque era indiscutible cuál sería su decisión no le agradaba la forma en la que había tenido que salirse de trabajar, era darle la espalda a unas personas que confiaron en él para llevar el control de la cocina de uno de sus restaurantes, de todos modos no podía dejar pasar esta oportunidad y con mucha pena pero siguiendo dos de sus mantras “nadie es indispensable para nadie” él algún día se iría, y ellos algún día tendrían que conseguir a alguien más, no se acabaría ni el mundo para él, ni se acabaría el mundo para ellos y el otro dicho que lo guiaba era el de “existen oportunidades y puertas que aparecen solo una vez en la vida y que probablemente nunca se te vuelvan a aparecer, es decisión de uno mismo aprovechar esas oportunidades o no”.
Consiguiendo el otro trabajo de cocinero, llega a vivir a tan solo unos minutos de distancia de Maireli, más cerca de su amada las cosas van marchado muy bien, Luis está contento porque el trabajo que desempeña Nick va mejorando cada vez más, solo que estaba transcurriendo un problema, Nick no lo veía venir porque lo encandilaba la emoción del momento, este pequeño detalle llevaría esta enorme y magnifica historia, llena de aventura perseverancia, determinación y romance a la ruina. Al haber llegado a su meta y no tener otra igual de grande que le siguiera, empezaría a ahogar tarde o temprano la felicidad que en ese momento no cabía dentro de sus cuerpos enamorados.
Estar a la orden en un trabajo que no era muy de su agrado, o más que nada un trabajo que no tenía nada que ver con sus intereses personales, era cuestión de tiempo para que este insignificante detalle se convirtiera en un arma en su contra, el tiempo que dura el enamoramiento por su amada también iba a pasar.
Nick se hace accesible por completo a los problemas del restaurante, eran los familiares de su novia como no hacerlo, empieza a trabajar días completos de más de doce horas, empieza a trabajar semanas enteras sin descanso, empieza a trabajar a distancia en otros restaurantes donde se ocupa su ayuda, una vez sabiendo todas las recetas, sabiendo todos los sistemas de trabajo y cociendo a toda la gente que podía conocer en esta rutina, se empieza a opacar su espíritu de grandeza. La rutina lo estaba matando, en el amor lo que le emocionaba ya no le emociona, en el trabajo lo que le interesaba ya no le interesa, su vida se había convertido en tres años en una monotonía completa de la cual no miraba escapatoria, los restaurantes cada vez se hacían más dependientes de él, pues ya se perfilaba a que él era un pilar importante en el futuro de los restaurantes, la situación con su novia cada vez avanzaba más como cualquier relación, ya se preparaba la fecha de la boda pero el extremado tiempo que el transcurría en el trabajo molestaba a Maireli y esto a su vez, lo estresaba a él, Nick se había convertido en una bomba que estaba a punto de explotar, ella exigía más tiempo, pero el trabajo también y esto le quitó completamente la autonomía, algo de lo que él era orgulloso, su frustración constante era visible a todas luces, peleaba en su trabajo, peleaba en su casa y no tenía un catalizador o un filtro para sacar todo ese estrés que lo gobernaba.
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